El pasado miércoles 5 de marzo en la clase de expresión
artística tuvimos el honor de recibir a Llum Quiñonero una gran escritora con
motivo de celebrar el día de la mujer trabajadora. Un homenaje a todas las
mujeres, no sólo a las de hoy en día sino a todas aquellas que han pasado por
esta vida y nos han ido facilitando un nuevo camino a pesar de que sus condiciones
de vida no eran nada similares a las nuestras aunque debemos de seguir luchando.
El encuentro se dividió en dos sesiones, la primera comenzó
con una breve presentación por parte de nuestro director Galo y de nuestro
profesor Miguel Elías. Llum nos explicó el porqué de estudiar a la mujer y su trayecto
a lo largo de los años, nos mostró algunos de sus trabajos como el libro
“Nosotras que perdimos la paz” y el documental “Mujeres del 36” del cual
visionamos una parte en esta sesión.
En la segunda sesión, de tarde, continuamos viendo el
documental y nuestro profesor nos propuso una actividad en la cual teníamos que
escribir una definición propia sobre Mujer y sobre que tareas debe desempeñar,
cada una de ellas en posits de colores para posteriormente pegarlas en la
pizarra.
También nuestro profesor repartió entre los alumnos unos
sombreros y cada uno de ellos tenía un papel diferente que debía cumplir.
Al final Llum en colaboración con nuestro profesor nos
propuso la elaboración de un nuevo proyecto personal relacionado con nuestra
genealogía femenina.
La visita de Llum fue muy amena y acogedora. Me gustó mucho
porque pudimos ver una nueva visión sobre la mujer, conocer los testimonios de
esas mujeres luchadoras y revolucionarias.
Durante el documental hubo algunas frases que me llamaron
mucho la atención, algunas de ellas: “Yo no soy yo, yo soy mi abuela” explicaba
una de las mujeres, porque su abuela había sido la que la había criado y la que
la hizo ser como era; “La mujer era un 0 a la izquierda y me arrepentí de ser
mujer” decía otra de la mujeres que posteriormente explicaba que se dio cuenta
y recapacito de esto cuando vio que los hombres no podían ser madres; otra de
las cosas que me sorprendió fue que las mujeres tenían vergüenza de decir que
trabajaban, contaba una mujer que unas parientes suyas se fueron de Madrid a
Barcelona y se dedicaban a hacer flores artificiales en casa pero no las
vendían ellas porque les daba vergüenza decir que trabajaban y mandaban a
otras. Viendo este documental observamos el cambio que ha llevado la mujer a lo
largo de los años, de una sociedad oprimida a una sociedad abierta, en la que
las mujeres no se avergüenzan de trabajar sino que se sienten orgullosas de
ello.
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