¡Buenas pippilotas!
Como ya hemos comentado en otras entradas, en clase
estamos trabajando con el tema “Pippi va a la escuela” para el que hemos
acondicionado nuestro espacio en el aula.
Comenzamos leyendo un texto en el que pudimos ver como
es Pippi, una niña revoltosa, inquieta y que vive sola en casa con su caballo
“Pequeño Tío” y con su mono “Señor Nelson” ya que su padre es pirata. Por esta
razón no tiene ni normas ni horarios, nunca ha ido al colegio y en este
capítulo decide ir tras ver el interés que tienen sus dos amigos Tommy y
Annika, pero dice que va a clase solo por disfrutar las vacaciones que tienen
los niños, que es lo que más le atrae a todos.
El primer día de clase llega tarde y entra de forma
muy ordinaria, la profesora decide tener paciencia con ella y comienza a
enseñarle aunque por parte de nuestra alumna no hay mucho interés en aprender
contestando siempre con alguna gracia o comentario fuera de contexto.
Este tipo de alumnas nos las podemos encontrar en la
vida real, en cualquier clase, siempre hay alumnos revoltosos y que aunque el
profesor tenga paciencia y ponga todo el interés que tiene, ellos no lo
muestran por aprender e incordian al resto. Con este tipo de alumnos siempre
tenemos que buscar una alternativa para intentar llamarle la atención y
desarrollar su interés por el aprendizaje, aunque sea una tarea muy difícil
tenemos que intentar llevarla a cabo porque siempre con esfuerzo y dedicación
se consiguen las cosas.
La maestra de Pippi debería haber llevado a cabo algún
tipo de motivación para que ella quisiera continuar en la escuela aprendiendo,
tratar temas que a ella le gusten o enfocar los temas que se deban impartir en
clase con algo que le llame la atención.
Pippi es una niña que siempre está con una sonrisa, de
pequeña a mi me encantaba porque me sentía muy identificado con ella, también
era muy traviesa y liaba unas muy gordas pero siempre con una sonrisa aunque
después tocarán unas buenas broncas.
Me encantaba disfrazarme y más de una vez me disfrace
de ella, aquí os dejo la muestra.
Aunque han pasado unos cuantos años esta Pippi sigue
siendo la misma, no ha cambiado en nada…
Buscando estas fotos he recordado aquellos años en los
que no había ninguna preocupación por nada, en los que éramos muy felices, en
los que la máxima preocupación era librarte jugando al escondite o al
pilla-pilla. Años preciosos que todos recordamos y que mejor forma de sacarlos
a la luz que aquí en un blog de clase.
Creo que Pippi es el personaje idóneo para llevar a
cabo la revolución en la escuela, aquí os dejo una foto que me saque en clase
durante la semana de Pippi.
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